A Blanca
Pérez
Hay fechas que se quedan marcadas para siempre.
Este 13 de junio ha sido uno de esos días, he ayudado a mi
madre a cruzar el umbral de la muerte.
A las cuatro de la madrugada cogida de mi mano se marchaba a
buscar los cálidos brazos de mi padre.
Este inmenso dolor va acompañado de una sensación de
tranquilidad y sosiego, ha sido una hora corta. El sufrimiento quedó aparcado
en las sábanas alborotadas de una cama de hospital.
Te quiero madre, con ese amor incondicional que resiste el paso
del tiempo. Esta herida jamás sanará pero aprenderé a vivir con ella y
aliviarla con el recuerdo de tu sonrisa y esa voz pausada que ahuyentaba todos
los males en mi niñez.
Toni Aznar
Barcelona 14 junio 2021