Qué extraña luz esta de junio,
esta de llegada , de bienvenida.
Qué luminosidad tan certera
esta del cielo
que como un tranvía de luces
recorre todos los rincones.
Qué alegre luz de este domingo
donde asoman vivos
los días renovados.
Hay luz en la ciudad,
reflejo inexorable de la arribada
del anhelo de los amantes.
Por doquier se intuye vida,
prestancia de flora e insectos.
Olores dormidos en el recuerdo
afloran del sueño oscuro del invierno;
la dermis blanca ansía
el bruno gemido de los cuerpos.
Toni Aznar
Cada mes tiene su qué. Mayo sorprende por la alegría con que se da, junio es más asentado y evoca la trilla. Antes me gustaba mucho el mes de septiembre pero hace años que si pudiera lo evitaría,por demasiado acribillado. La luz del sexto mes, con esos días tan largos, a veces es como el negativo de la pesadilla de un insomne.
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