Ante tanta primavera
Si fuese tan sencillo como desanudar la bufanda y aliviar
el estrangulamiento de la soledad invernal...
Si fuese tan simple como desnudar los pies
de unos calcetines de lana...
Uno se llena de bufandas y calcetines,
de refugios que nos salven de tanto hastío,
y de ese frío que nos atraviesa
hasta helarnos el alma.
y llega esta primavera gritando;
con toda su furia, con todo su deseo,
con todo su espanto.
Buscaremos de nuevo
las nubes en nuestras bocas;
justo ahí,
entre el alma y los huesos.
@Toni Aznar
Derechos Reservados
20 de Mayo del 2.017
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