En la espera
Abriste la puerta
esperando su llegada ;
y cerraste los ojos para no ver nada.
Enloquecida por los anhelos
la espera te doblega.
Dónde estarán sus ojos,
y sus manos, y su boca.
Bendita caricia
que ilumina la memoria de todas las noches.
Dónde estarán sus labios,
y sus brazos, y sus besos.
Su rostro será la respuesta
a todos los nombres;
larga espera para morir
entre los vahos de sus besos...
y cerraste los ojos para no ver nada.
©Toni Aznar
Derechos Reservados
1 de Junio de 2.016
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