El pezón agotado
Tienes miedo, hambre, frío y posiblemente
un sueño imposible de saciar.
Pequeños ojos dibujan la tristeza
en tu rostro,
te aprietas con todas tus fuerzas
en los brazos de tu madre,
buscas con insistencia
la leche de sus senos;
pero sus senos quedaron secos dando leche
y amor a todos tus hermanos.
Unos labios rabiosos y un pezón agotado,
la impotencia de la vida que busca una luz
que ciegue a la miseria.
Cuando claree el día
quizás tengas una oportunidad;
y esa luz
te brinde todo lo que hasta hoy
te ha sido negado.
©Toni Aznar
Derechos Reservados
16 de Mayo de 2.016
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