Dolorido y perdido,
arañando segundos al reloj,
solitario y desconcertado,
robando bocanadas de aire a la vida.
En esencia el camino conduce a la nada,
para qué dilatar tanto sufrimiento,
para qué demorar su llegada.
Libre de equipaje, piel y sentimiento.
Sin razones, sin paradas.
Estaciones fuera de servicio,
último tranvía de madrugada,
camino al obscuro túnel del precipicio.
uhhhhhhh guapo que triste poesia
ResponderEliminarTúnel que parece no tiene final, pero siempre se logra salir de él.
ResponderEliminarMe gustan tus letras, me quedo viendo tu blog.
Gracias por enlazarme.
Un beso.
GRACIAS TONI MUY TRISTE Y LLEGA AL CORAZON TREMENDA POESIA.
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