Son cientos, tal vez miles
Son cientos, tal vez miles;
no los conocemos,
son rostros fantasmales.
Oímos hablar de ellos,
vemos sus cuerpos desvalidos;
rescatados de las aguas del mar
a veces vivos y muertos muchas más.
Atrapados en alambradas,
colgados de un farola;
rezan a sus dioses
con las bocas secas y los estómagos vacíos.
Son cientos, tal vez miles;
no los conocemos,
Son prisioneros de estos tiempos,
carne y más carne, todo huesos.
La vida no vale nada,
fronteras injustas y reaccionarias.
Nadie hace nada
Son cientos, tal vez miles;
no los conocemos;
buscan un resquicio donde aferrarse
una esperanza. Su universo
en una maleta, en un pañuelo,
en una bolsa…
La vida no vale nada,
me avergüenzo de mi especie
cruel y sanguinaria.
Ojos de hambre y pechos de sal;
Puñal de tristeza,
tierra de piedra rocosa y ardiente.
Sin corazón, tan árida y pétrea como la traición.
Todas las manos manchadas
con la sangre de los inocentes.
Sí, esos que no conocemos.
©Toni Aznar
Derechos Reservados
Agosto del 2015
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