Un sueño en un nido de alas
¡Tengo sed, mucha sed!
El miedo me seca la boca,
me paraliza los músculos,
y me hace sentir un frío
gélido y un sofocante mar de llamas..
Me hace falta coraje
para mirar a los ojos
a la muerte,
me hace falta valor
para disputarle el billete
que amarillea en mis bolsillos.
Siempre gana la muerte;
con su apetito insaciable
y su egoísmo infinito.
Lo mejor,
sería dormir,
completamente ebrio,
sobre la playa,
y dejar que llegue como llegan las olas…
espumas jadeantes que rompen en las rocas
y vuelven con sus pechos erguidos de sal
a la placida
luz del azul marino.
Un sueño en un nido de alas.
©Toni Aznar
Derechos Reservados
Septiembre del 2015
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