Desiertos de infinita soledad
Una desesperada búsqueda de la verdad,
hallar la sabiduría necesaria
que nos enseñe a vivir y a morir.
Los años, las desdichas, las desilusiones,
las frustraciones, lejos de facilitar el olvido,
lamentablemente les dan más vigor, más fuerza,
más dolor irremediable.
Estos rostros surcados por lágrimas,
ven como sus padres, hermanos, hijos,
y seres queridos se desvanecen hacia la muerte;
la pérdida obligada y la no resignación.
Somos seres convertidos en desiertos
de infinita soledad;
Un camino que iniciamos en solitario,
que compartimos con compañeros de viaje,
pero de igual modo llegamos a destino
solos ,desnudos, y con las manos vacías.
La última soledad, la del peregrino
suspendido entre su fe y la certeza
de la carne consumida.
©Toni Aznar
Derechos Reservados
Septiembre del 2015
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