La gran avenida de la tristeza
Con los ojos abiertos,
hambrientos y sedientos
de tanta fragilidad.
Tu sombra deambula
por la gran avenida de la tristeza,
esa que se torna alma.
Estás buscando la llama de la eternidad
para recuperar su abrazo;
ya no basta el recuerdo,
el amor se hizo inexpresable.
Vives con la última soledad,
donde el amado ha perdido a su amante
y la muerte viene a recoger
ese tiempo anónimo que marcan
las manecillas de los relojes,
ese tiempo que es tan distante
y ajeno a nuestros sentimientos.
©Toni Aznar
Derechos Reservados
Septiembre del 2015
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