Febrerillo el loco
( publicado en Playa de Akaba)
Me asomé al balcón y nevaba. Caían copos como puños, el
cielo estaba gris pero no hacía nada de frío. Parecía una carrera de fórmula
uno, todos corrían como locos para precipitarse contra el suelo. Amontonados,
unos junto a otros, hacían una barricada de luz infranqueable. La barandilla
del balcón parecía una pista de baile blanquecina, llena de moribundos copos
que habían llegado para quedarse. Mañana esta del mes de febrero, mañana de
grises y blancos. Pasadas las fiestas navideñas, quién iba a esperar este
regalo de los cielos. Entré en el salón, acerqué el sillón al ventanal y cogí
uno de mis libros, uno de esos que siempre leo y releo, uno de esos que me hace
soñar. Qué más puedo pedir, una vista de postal y una memorable charla con mi
admirado Gil de Biedma. Ahora sólo quiero que la nevada dure hasta la hora de
cenar.
19 Febrero 2015
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