Método nocturno
Tres de la madrugada, y aquí ofuscado intentando rematar el
dichoso poema que no termina de respirar. Será mejor dejarlo para el día
siguiente e irme a la cama a dormir; las horas pasan como un leve suspiro.
Tengo que pensar si he cenado, si he hecho todo lo que tenía que hacer antes de
perderme entre unos pocos versos. Sí, estoy preparado para reunirme con Morfeo.
Una vez en la cama miro a mi diestra, mi mujer y su profundo descanso. Que
facilidad tiene para conseguir dormirse en un plis plas, es una bendición tener
esa capacidad para desconectar instantáneamente, me alegro por ella. Ahora me
toca a mí, lo mío es mucho más complejo, tengo que seguir un método y unas
pautas antes de conseguir dormirme, o sino puedo ver el amanecer varias veces en el mismo día.
25 Febrero 2015
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