las mil caras

las mil caras

jueves, 31 de diciembre de 2015

Cerrando el año

Cerrando el año

Muchos aprovechan estas fiestas
para hacer balance del año transcurrido
e ilusionarse con propósitos para el nuevo año entrante.

Yo no soy de esos.

Los balances no van con mi forma de ser,
justamente por eso estudié Letras.

Estos días no me causan una especial empatía;

cuando los hijos se hacen mayores y hay ausencias...
no hay mucho que celebrar, a no ser la mera existencia.

Veo el afán consumista que devora
cualquier tipo de sentimiento;
la solidaridad fingida, el abrazo interesado,
las buenas caras, las cestas llenas,
las mesas rebosantes...

Pero, hay otras realidades;
parados
pensionistas
jubilados
enfermos
y hasta trabajadores tan pobres como las ratas.

Podemos pedir justicia

Debemos exigir justicia

La dignidad no tiene precio,
pero este liberalismo descarnado
se alimenta de la carne y de la sangre
de todos nosotros.

Yo quiero dignidad para todos,
justicia social,
y libertad de pensamiento.

Aunque no lo creamos,
la dignidad trabajada
florece hasta en los lugares más grises.

Es un brote verde
de esperanza,
una lluvia de honestidad,
y la única solución
para este mundo enfermo.




©Toni Aznar
Derechos Reservados
30 de Diciembre del 2015





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viernes, 18 de diciembre de 2015

Luz ardiente


Luz ardiente

Estabas cubierta de letras;
todo tu cuerpo era un inmenso poema

ciento setenta versos

ciento setenta centímetros de piel, carne y huesos

los poemas son tiempo y arden en mi boca
al ser pronunciados.

Mi deseo es el espacio entre una palabra y otra,
una legión de letras
un ejército de liras…
una rosa con mil espinas.

Me quedaré dormido entre tus pechos,
soñando en los besos no dados,
y en las caricias arrebatadas.

Luz ardiente,
voz ahogada, ella se vestía
mientras yo me desnudaba.


©Toni Aznar
Derechos Reservados
18 Diciembre del 2015




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martes, 15 de diciembre de 2015

En un presente perpetuo

En un presente perpetuo


Caminamos sobre una tierra
convertida en un desierto
de soledades ahogadas.

Dejamos de buscar;

ahora sucumbimos a la distancia,
al frío,
y a la oscuridad.

Ahuyentamos cualquier atisbo
que nos pueda hacer soñar;
es tan trágica esta realidad
que perdimos la esperanza
en este presente perpetuo.

Los días caen
y el presente no pasa;

estamos estancados,
atorados en el mismo lugar
donde quedaron todos nuestros ancestros.

Seguimos en esta tierra
convertida en un desierto
de  soledades ahogadas.


©Toni Aznar
Derechos Reservados
14 Diciembre del 2015



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