Latidos
El sudor de su espalda,
resbalaba
y caía en un descenso sin fin
hasta las comisuras de los
glúteos.
El ambiente, cargado de un
olor pesado,
un olor tan reconocible y ya
casi olvidado.
Sus senos obstinadamente
erectos,
tercamente paralelos a mi
pecho
señalizan el camino a seguir
a manos
y dedos.
Dos cuerpos encerrados en la
magnificencia
del arte amatorio.
Se pararon los relojes, el
tiempo se detuvo,
sólo queda espacio para
susurros, gemidos,
caricias y besos.
Toni Aznar
Derechos Reservados
www.taznar.blogspot.com
Excelente poesía. Enhorabuena. Me tomo la libertad de haberte publicidad desde mi página de Facebook.
ResponderEliminarToni,
ResponderEliminarUn poema, deliciosamente sensual. Sigues con la elegancia de tu signatura, descubriéndonos esos paraisos selectos del arte de amar.
Muy buen trabajo, amigo poeta. Un beso, Ann@
Tienes una manera muy delicada y elegante de describir lo hermoso de el encuentro entre dos amantes me fascina tu trabajo ......felicidades Poeta !
ResponderEliminar