Jilguero encarcelado
Mi verso es como el canto
de un jilguero que gime prisionero.
Eternas voces,
ecos y caricias
que me consuelan en el camino
los pies descalzos.
El tributo que ofrezco;
es una hogaza de pan amargo,
una letra que flota en las alas del viento
y un afán viajero en las pupilas
desde el átomo del polvo a lo infinito.
Alas, pies y manos;
dejo de huir y ahuyento
los grises silenciosos de la larvas.
Abro la boca,
bebo la sangre y escupo las cenizas.
Falo erecto en arrebatado fulgor
para sembrar de vida
la tristeza del jilguero encarcelado.
@Toni Aznar
Derechos Reservados
Diciembre 2.013
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