Ciento noventa y dos
Hierros fundidos,
huesos quebrados
y carnes desgarradas.
Tránsito Atocha-Coslada;
olor a muerte,
esperanzas arrebatadas.
Trenes, vías, mochilas asesinas.
Odio salvaje.
Seres sin futuro.
Ciento noventa y dos
cruzan el umbral de la muerte,
sin saberlo
-sin darse cuenta-
El estruendo se hace silencio.
Ciento noventa y dos
voces acalladas.
Pero a la vida le basta
una grieta en el suelo
y un haz de luz
para renacer.
La grieta es la justicia
y el haz de luz la esperanza.
@Toni Aznar
Derechos Reservados
Marzo 2.014
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