Ebrios
Éramos cuatro.
La sombra, el vaso, la Luna y yo.
Luna radiante que matas
el sueño,
y me mortificas.
Vaso, cristal transparente de combustible rojo;
rojo como la sangre,
rojo como las llamas del infierno.
Sombra, que bebes
a la par que traga mi gaznate sediento.
¡ Ay ¡ ¿Cuántas horas tardará
en alejarse esa Luna?
¡ Ay ¡ ¿ Cuántos tragos aguantará la sombra
que me persigue?
Ebrios, nos caímos sobre la yerba.
Yerba húmeda, manto verde
donde se pierden los pensamientos.
El cielo es mi techo, y la tierra, mi cama.
@Toni Aznar
Derechos Reservados
Marzo 2.014
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