Suspirando
Mis ojos se extinguen suspirando
por tu arribada a mi prisión.
Cárcel,
sin muros de piedra;
torreones de aire,
barrotes incandescentes.
Mis ojos se mueren suspirando
por poner alas a mi corazón.
Órgano,
sin plasma sanguíneo;
torrente vacío,
borboteos insonoros.
Mis ojos suspiran,
pensando que con tu llegada
la cárcel y el corazón
se hagan tangibles.
Que la prisión sea de cielos azules
y el corazón un río
de caudales rojos lleno de vida e ilusión.
@Toni Aznar
Derechos Reservados
Agosto 2.014
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