Avispas y serpientes
Amor.
Ese dolor
como aguijón de
avispa,
que quema,
que arde la carne.
Que hace añicos
y desbarata
la imagen de tu
rostro
adosada a mi pecho.
Amor.
Ese dolor
como mordida de
serpiente
que mata,
que condena a la
pena.
Que borra
y sume en el olvido
tus manos suaves
acariciando mi pelo.
Avispas y serpientes
inoculasteis vuestro
veneno
más allá de la piel.
En la frontera de mis
sueños
donde germina noche
tras noche
la voz que me llama.
El sonido envolvente
de tu llanto.
Derechos Reservados
Febrero 2.013
Me encantan tus composiciones, son brillantes
ResponderEliminar¡Guauuuu!!! Inocular el veneno de un amor eterno sobre tu organismo. Sobre todos y cada uno de los retículos de tu cuerpo. Doloroso y bello.
ResponderEliminarUn beso, Ann@
El veneno arde, quema, desbarata, mata ya veces sólo aletarga. Pero siempre deconstruye.
ResponderEliminarbello Toni.....
ResponderEliminarbello Toni....
ResponderEliminarEL amor, ese dulce veneno que siempre queda en la piel.
ResponderEliminarPrecioso Toni, me encantó. Besos.