La culpa y el pecado
Es mi culpa,
no haber aprendido a querer.
Es mi pecado,
no haber aprendido a versar.
Entre la culpa y el pecado,
tan solo queda la poesía y tú.
Poesía.
Versos
que tornan la espada
en cenizas.
Versos
que hacen de la noche
un luminoso amanecer.
Tú.
Amor
que sacias mi hambre
con el abrazo.
Amor
que me entregas tus labios
en el sueño.
Es mi culpa,
es mi pecado.
Tus manos se hacen mis manos
y mis dedos tus falanges.
Siempre vivirás
en mí
como la llama en el fuego.
Bajo el peso de la hoguera
se funden los tiempos ;
y se redimen las culpas y los pecados.
@Toni Aznar
Derechos Reservados
Mayo 2.013
www.taznar.blogspot.com.es
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