Rojo y maduro
Aquel
día la muchacha quiso cambiar.
Cansada
de penar, siempre penando de tanto infortunio,
quiso
vivir oteando a lo lejos,
donde
nadie supiera de su triste caminar.
Con
su dulce voz decía cosas sin sentido,
recitaba
versos atropellados
se
comía palabras y repetía
el
mismo estribillo –dame corazón la mano-
A
medida que se alejaba,
su
rostro pálido se iluminaba.
No
veía el final del camino, pero sabía que cerca estaba
la
rama del cerezo que el viento susurraba.
Mi
pequeña y querida amiga,
cuántas
noches en vela, cuántos días sin esperanzas,
ansiando
el fruto rojo y maduro
de
una existencia plena.
Derechos Reservados
Abril 2.012
Toni, se me "apachurro" el corazòn.... Vicky
ResponderEliminarToni,
ResponderEliminarEn cierta medida, me veo reflejada en la letra de tus versos: me como letras o las invierto, soy una trapatroles, voy a trompicones con la vida y con los hechos que laceran mi alma.
Me ha gustado muchísimo. Tu delicadeza ha dibujado a una persona que esta falta de amor y de amar.
Muy hermosa.
Besos amigo. Ann@
Sentimiento arrugado, elementos de la naturaleza para escribir el palpitar del alma ; letras que se ahílan como ciprés buscando la luz; gracias amigo poeta por compartir tu gran talento,magnifico paseo el que nos brindas, recibe un fuerte abrazo.
ResponderEliminarPrecioso Toni!! Besos!
ResponderEliminarVuelvo a leerte y te doy gracias por compartir tu gran talento Toni. Saludos!
ResponderEliminarPrecioso , y el caminante busca su destino con esperanza de hallar su meta y la muchacha encontró su fruto deseado , y desafió al destino y eligió ser feliz .............. me fascino gracias mi querido Poeta ............. simplemente divino !!!!
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